Esta comedia romántica de Max Barbakow es una maravilla infalible. Es divertida, es romántica, es original y sus protagonistas, Andy Samberg y Cristin Milioti, no podrían ser más carismáticos. La historia nos sitúa en una boda que, por alguna razón, es el centro de un bucle temporal en el que los dos protagonistas acabarán atrapados.
La flamante ganadora del Oscar a Mejor Película es también una de las películas que más unánimemente se ha alabado en los últimos años. Es decir: una recomendación infalible. Especialmente si, a través de las reflexiones del surcoreano Bong Joon-ho, nos apetece pensar en cómo el mundo se divide entre los de arriba y los de abajo, y cómo ese orden social puede (o no) revertirse con dosis de violencia.
Tras alzarse como precursora del nuevo cine francés de los años 60 con 'Le pointe courte' (1955), Agnès Varda irrumpió en pleno movimiento con esta obra maestra imprescindible para cinéfilos de corazón. Una película sobre lo efímero, sobre la vida y la muerte, sobre la misoginia institucionalizada y los caprichosos destinos del azar. Una joya para recomendar mil y una veces.
No sabemos si será la contagiosa sonrisa de Gene Kelly, las rítmicas canciones o los increíbles números de bailes, pero este clásico del cine musical siempre nos pone de buen humor. Seguramente sea todo a la vez. En ella, vemos un retrato de amor, amistad y sueños profesionales en el contexto del Hollywood que transicionaba al cine sonoro.
Si algo consiguió esta película de Sofia Coppola, además de tenernos durante años debatiendo sobre qué dice Bill Murray en su último susurro, es reflejar un estado de ánimo en el que todos alguna vez nos hemos visto inmersos. Sentirse solo aún estando rodeado de gente. Sentirse incomunicado a pesar de tener la habilidad de hablar. La incapacidad de expresar porque parece que te has quedado seco por dentro. Hasta que, claro, algo (o alguien) vuelve a encender la llama.
La ópera prima de Greta Gerwig ('Mujercitas') fue este divertido, sensible y ruidoso retrato de la adolescencia femenina, entre los amores tóxicos, las decepciones profesionales y los problemas domésticos. Saoirse Ronan encarna la desorientación de toda una generación, con una especial mirada a las relaciones conflictivas entre madres e hijas.
El lugar del norte de Italia donde transitan los protagonistas de esta película de Luca Guadagnino parece el paraíso: paisajes campestres preciosos, el sol brillando en el cielo, el amor a la vuelta de la esquina y los melocotones bien maduros. Armie Hammer y Timothée Chalamet encarnan un romance que no te puede dejar indiferente.
En el mundo del crimen hay transgresiones de todo tipo, pero hay un límite que no puede cruzarse: los perros no se tocan. Y, quien lo haga, que se atenga a las consecuencias. Esa es la razón por la que este sicario interpretado por Keanu Reeves comienza una matanza encarnizada en los bajo fondos de Nueva York en busca de venganza.
Una de las películas más sorprendentes de los últimos años. Aunque la estructura es de película de terror, Jordan Peele se las arregla para convertir este film en una metáfora brillante sobre el latente racismo en Estados Unidos.